facebook twitter

Libros extraordinarios: La Familia I.




Los Beatos: El monje Beato y el Monasterio de Liébana

La familia I: Beato de Larvao, de Saint Server, Emilianense ...

La familia IIa: Beato de San Miguel de la Escalada, Beato de la Seo de Urgel, Beato de Vacalvado, ...

La familia IIb: Beato de Tábara, Beato de Gerona, Beato de Turín, Beato de las Huelgas, ...


Los Beatos




El fragmento de Nájera

El fragmento de Nájera consta de parte de un solo folio que contiene un trozo del capítulo 6 del libro V de los Comentarios. Se trata del único fragmento conservado del más antiguo códice de los Comentarios al Apocalipsis. Su interés reside no sólo en la bárbara miniatura que lo decora sino también en el oscilante carácter de su grafía de enorme arcaismo, con tipos irregulares y desiguales.

Se ha encontrado tan sorprendente este fragmento que se ha llegado a pensar que estaba rehecho por un copista poco ducho en el oficio. Según distintos estudiosos, su fecha de creación está situada a principios del siglo IX, aunque algunos le dan más antigüedad.

El texto, está escrito a dos columnas, con numerosos rasgos de cursiva, lo que también nos pone en contacto con una época más antigua.


El Beato del escorial (o san Millán de la Cogolla)


Beato de San Millán. El Escorial

EL Beato de El Escorial o de San Millán de la Cogolla es una obra escrita entre los años 950 y 955 y con origen en el Scriptorium del monasterio de San Millán de la Cogolla, debido a su gran parecido con otros códices realizados en él durante la segunda mitad del siglo X (como el Códice Emlianense).

Las iluminaciones del manuscrito muestran similitudes en el estilo de los producidos por Florentius, el artista responsable de una copia Moralia, sive Expositio in Job del papa Gregorio I que se conserva en Madrid, (Biblioteca Nacional de España, Cod. 80)

Esto es debido a las similitudes en cuanto al colorido empleado, el enorme parecido en el rostro de gran parte de los personajes (con rasgos exagerados), detalles comunes en el vestuario y el tipo semejante de mayúsculas zoomorfas.

Hay que tener en cuenta, sin embargo, que se conocen dos manuscritos más que están copiados en el Escritorio de San Millán, uno anterior a éste y otro posterior y que se les suele llamar también Beatos de San Millán:

Beato de la Academia de la Historia (Beato de San Millán). Hacia 930. Madrid. Real Academia de la Historia. Ms. 33.

Beato Primero de la Biblioteca Nacional (Beato de San Millán). Segundo tercio del siglo X. Madrid. Biblioteca Nacional. Ms. Vitr. 14.1.

Actualmente se encuentra conservado en la Biblioteca del Real Monaterio del Escorial, aunque se desconoce su procedencia. Quizás es parte de alguna de las importantes donaciones que se han realizado o fue uno de los códices aportados por Ambrosio de Morales en su viaje a distintos reinos peninsulares por orden de Felipe II.

Hay 151 folios existentes, que miden 395 mm por 225 mm. El manuscrito está ilustrado con 52 miniaturas en las que predominan los colores amarillos, verdes y ocres; con figuras estilizadas y rostros muy semejantes vestidos de ropas planas.


Beato Emilianense


De este Beato no se conoce la fecha exacta de creación de este manuscrito, aunque por sus características está considerado de la primera mitad del siglo X. Es el manuscrito miniado más antiguo de lo que se llama Familia I, datado entre los años 920 a 935, aunque algunos autores lo datan mucho más tarde al considerar sus miniaturas como de un estilo mozárabe maduro.

Su nombre proviene del hecho de que fuera conservado desde el siglo XII al XIX en el Monasterio de San Millán de la Cogolla (La Rioja), pero parece ser que fue miniado en otro scriptorium, posiblemente Sahagún ó Valeránica, siendo con los manuscritos de este último con los que diversos expertos le han encontrado las mayores afinidades. Estuvo durante siete siglos en San Millán hasta que se trasladó a Burgos en 1821. Luego pasó a poder del escritor, político, y gran bibliófilo Serafín Estébanez Calderón, tío de Antonio Cánovas del Castillo, quien a su muerte en 1867 onó su biblioteca al Ministerio de Fomento. En 1873 se entregó, a la Escuela Superior Diplomática de Madrid. Finalmente, en 1886, se depositó, para su custodia definitiva, en la Biblioteca Nacional de Madrid.

Beato Emilianense

El códice en pergamino de 144 folios que mide, 345 x 250 mm, en letra minúscula visigótica, llegó a la biblioteca deteriorado y mutilado. Se estima que faltan unos 18 folios al comienzo y unos 30 folios intermedios, 16 folios han sido recortados y de 4 sólo queda un pequeño resto. Hay indicios de que por lo menos han sido recortadas doce ilustraciones. Hoy se conservan 27 miniaturas apocalípticas, las tablas del anticristo, además de pequeñas capitulares. Ggeneralmente las miniaturas forman parte de una columna, en algunos casos la columna completa y, raramente, toda la página.

En ellos se utilizan colores intensos sobre fondo blanco: rojo carmesí, naranja brillante, amarillo, gris turquesa, etc. Todos los personajes son de rostro redondo y grandes ojos almendrados con la córnea muy destacada y las cejas formadas por dos grandes líneas. La boca está formada por un simple trazo horizontal paralelo al que conforma la parte inferior de la nariz. En la indumentaria son habituales los plegados abullonados y las fajas onduladas.

El miniaturista es anónimo. Todas las ilustraciones conservadas hacen referencia al texto apocalíptico y están integradas en el contexto literario como complemento visual del pasaje que se relata y comenta. Se colocan inmediatamente después de la storia (relato apocalíptico) y antes de su correspondiente explanatio (comentario de Beato). No hay en nuestro códice ninguna miniatura que ilustre directamente el comentario de Beato. Como corresponde a los Beatos de la Familia I, le faltan las miniaturas preliminares y las del ciclo de Daniel. En el siglo XIX se encuadernó con piel vuelta y estezada, y se añadieron broches de cierre.

Está considerado como el Beato más antiguo que ha llegado hasta nosotros, aunque podría ser posterior al de San Miguel de Escalada, conservado en la Biblioteca Morgan de Nueva York, si se acepta la datación más antigua propuesta para este último, lo que no nos parece probable.

Está escrito en letra visigoda y es, junto con el Beato de Saint-Server el único que sigue el texto de la que se considera versión más antigua de los Comentarios de Beato, datada en el año 776. Es también uno de los manuscritos que, por el contenido de sus dibujos, representan la rama más antigua de la tradición pictórica de los Beatos, y por lo tanto la que se supone que mantiene mayor fidelidad con respecto al posible prototipo iluminado en tiempos del propio Beato.

Sin embargo sus miniaturas más realistas, esquemáticas y primitivas nos hacen pensar que se trata de una versión anterior y alejada del estilo de todos los demás beatos.


Beato de Burgo de Osma


El Beato de Burgo de Osma, perteneciente a la familia I, fue escrito por el clérigo Pedro y miniado por Martino en 1086. Conserva 166 folios en letra visgoda, con 71 miniaturas. Su tamaño es de 370x265 mm. Se considera el primer beato plenamente románico.

Miniado por Martino (posiblemente con la colaboración de otros autores), se desconoce su scriptorium de origen aunque bien pudo ser algún monasterio leonés, quizás Sahagún.

Parece ser, por una nota fechada en el año 1203, que en esa época estaba en el monasterio de Carracedo, comunidad que como la de Sahagún contó con el favor de los monarcas leoneses. En la actualidad se encuentra en la Biblioteca Capitular de la Catedral del Burgo de Osma, y aunque no tenemos noticias sobre cuándo o cómo llegó a ella, ya aparecía en un inventario de libros antiguos de ese obispado a principios del siglo XIV.

Beato Burgo de OSma

El artista iluminador es clasicista, de una estética occidental y contemporánea. Posee relación con los beatos del Escorial y con el de San Millán, aunque con modificaciones significativas de algunas imágenes y no sabemos si estos cambios provienen de un Beato anterior que pudo servir de modelo o son innovaciones propias de éste. El color es fulgurante, con fondos intensos, rojos, amarillos o verdes. Emparentado con el Beato portugués de Lorvao (muy posterior) es sin embargo posterior a este.

Aunque en él se conserva aún la escritura visigótica de la fase anterior, se trata del segundo Beato, y el primero entre los hispanos que han llegado hasta nosotros, que corresponde ya a un estilo iconográfico claramente románico. El único Beato románico conocido anterior a éste es el de Saint Server, que fue creado unos años antes en un monasterio francés.  Entre sus ilustraciones, destaca por encima de todas un interesante mapamundi.

Actualmente se guarda en la Catedral de Burgo de Osma (Soria) y se ha barajado diversos orígenes: monasterios de Carracedo, Fitero, Arlanza o Sahagún.


Beato de Saint Sever


El manuscrito del Beato de Saint-Sever, considerado como la obra maestra de la miniatura románica pirenaica cosnta de 292 folios de pergamino, la mayor parte en letra visigótica y el resto en letra carolina a dos columnas de 35 líneas por página. Contiene 108 miniaturas; de ellas 84 historiadas, 73 de página completa y 5 de doble página. 14 miniaturas desaparecidas y sus dimensiones son 365 x 280mm.

La obra que incluye los Comentarios al Apocalipsis de Beato de Liébana y los del Libro de Daniel de San Jerónimo, se encuentra actualmente en la Biblioteca Nacional de París, ms. lat. 8878.

Copia de los Comentarios al Apocalipsis realizada a mediados del siglo XI en algún scriptorium de los Pirineos franceses y dedicada, según consta en el "exlibris" de la primera página, a Gregorio de Montaner, abad del monasterio Saint Sever de 1028 a 1072, y firmado en una columna de las "Genealogías" por Stephanus Garsia, nombre que corresponde evidentemente a un monje español, aunque además de este copista e iluminador principal, los expertos han reconocido al menos otros tres autores que, según parece, trabajaron repartiéndose los folios de un original que no se ha podido identificar.

Hay que tener en cuenta que la cambiante geografía política de la frontera franco-española, tras aquella época en que Navarra y la Gascuña dependían de una sola corona, hizo que el Beato quedara fuera de nuestras fronteras, aunque su estirpe es sin duda, peninsular. La abadía fue fundada en el año 988 por Guillermo Sancho, conde de Gascuña y su mujer Urraca hermana de Sancho III el Mayor de Navarra.

Aunque está dedicado al abad del monasterio de Saint-Server no se tiene seguridad de su scriptorum aunque es muy probable que su origen fuera el scriptorium de la propia abadía ya que la imagen de su iglesia y, a su lado, la del palacio ducal de Gascuña, aparecen en la zona de Vasconia de su Mapamundi, que además es uno de los más interesantes y mejor conservados de todos los Beatos. Su fundación por Guillermo y Urraca pudieron propiciar que en una época de esplendor de la abadía, Gregorio de Montaner decidiera hacer una versión más moderna del Beato reflejando en él las nuevas tendencias artísticas.

El manuscrito ha llegado hasta nuestros días con las armas del Cardenal de Sourdis, arzobispo de Burdeos en el siglo XVI, por lo que se piensa que le fue entregado antes del saqueo de Saint Sever por los hugonotes en 1569. En el siglo XIX fue llevado desde la Biblioteca de Saint Germain des Prés, a la Biblioteca Imperial, actualmente Biblioteca Nacional de París, donde se encuentra actualmente.

El Beato Mezcla de elementos de origen hispano-mozárabe y carolingio por otro. Se trata del primer Beato plenamente románico con estilo comparable a la de algunos manuscritos iluminados del sur de Francia, se distingue de éstos en su gran número de miniaturas. Está escrito en letra visigótica en su mayor parte y el resto en carolina.

Esta obra destaca sobre los demás Beatos de su época por la viveza del colorido y lo refinado de su dibujo. Sus miniaturas concuerdan en su mayoría con las de la Familia I en la que la mayor parte de los expertos lo clasifican, aunque otras se asemejan mucho más a la de la familia II. Sin duda, es consecuencia del espíritu de integración de la época, impulsado por la reforma gregoriana una vez desaparecido el terror milenarista que impulsó en un principio la copia y difusión de los Beatos. Es el inicio de una serie de nuevos Beatos creados en España y Portugal hasta el siglo XIII, la mayor parte de ellos en monasterios cluniacenses y cistercienses.

Como curiosidad, destacaremos el enorme parecido entre algunas miniaturas de este manuscrito (y evidentemente otros códices altomedievales peninsulares) con las encontradas en obras de Picasso -como el Gernica-. El hecho de que la obra y el artista hayan coincidido en París, pueden haber influido decisivamente en su obra cubista.


Beato de Lorvao


El llamado Beato de Lorvao, está fechado en el año 1189. Consta de 460 páginas en letra carolina a dos columnas con 29 líneas por página. Actualmente se encuentra en el Arquivo de Torre do Tombo en Lisboa.

El manuscrito fue copiado por el monje Eneas en el año 1189 en el monasterio cisterciense de San Mamede de Lorvao, y era un encargo del Rey Alfonso Henriques. Posteriormente su hijo Sancho I lo donó a las monjas cistercienses al nombrar abadesa a su hija Teresa.

Se trata de uno de los Beatos “tardíos” que junto con los de Navarra, San Pedro de Cardeña, y San Andrés de Arroyo, entre otros fueron desarrollados a finales del siglo XI o principios del XII en monasteros cistercienses de reciente creación. Se trata además de el último Beato perteneciente a la familia pictórica de la rama I (que no hay que olvidar que es un concepto bastante artficial). De hecho, en él aparecen miniaturas que también aparecen en el Beato del Burgo de Osma y que no existen en otros, por lo que muchos han determinado que proceden del mismo manuscrito ahora desaparecido.

En ellas han desaparecido los rasgos de agresividad presentes en los Beatos anteriores, transformándolas en imágenes más espirituales y sutiles. La evidencia de que el fin del mundo no llegaría con el cambio de siglo, influiría decisivamente en el mensaje que ahora se pretendía transmitir.

Anunciando la llegada del Gótico, contiene rasgos románicos (como el alargamiento de las figuras), los cuerpos están realizados sobre fondos muy ligeros creando cierta sensación de transparencia. Sus características son muy diferentes a las del resto de la miniatura española de su época y sólo encuentra cierto paralelismo en otras obras de la época desarrolladas en Inglaterra.


Todo el contenido tiene licencia Creative Commons 3.0. Imágenes: Wikimedia.

Nulla dies sine linea.
Plinio 'El Viejo'.

bullet hover email hover menu arrow