Introducción
Aunque el siglo XVII trajo consigo un importante cambio de orientación en la historia de la ciencia, tanto en actitud como en área geográfica -desplazándose desde Italia a los países de ámbito germánico como a los países anglosajones-, en otros aspectos, se produce una época de estancamiento, como en las artes del libro.
Apenas hay avances significativos y de hecho, lo que se produce es un claro retroceso. Los libros de calidad, tan abundantes en los primeros años de la imprenta, apenas se dejan ver durante todo el siglo XVII.
Afortunadamente, en el siglo XVIII todo esto cambiará. Se deja atrás el caos social y político del siglo anterior y paulatinamente el nuevo siglo verá un notable desarrollo en las artes y las ciencias europeas de la mano de la Ilustración, un movimiento cultural caracterizado por la reafirmación del poder de la razón humana frente a la fe y la superstición. Las antiguas estructuras sociales, basadas en el feudalismo y el vasallaje, serán cuestionadas y acabarán por colapsar, al tiempo que, sobre todo en Inglaterra, se inicia la Revolución industrial y el despegue económico de Europa. Durante dicho siglo, la civilización europea occidental afianzará su predominio en el mundo, y extenderá su influencia por todo el orbe.