Historia de la Encuadernación del libro
Estilo Romántico y Modernista
A lo largo del siglo XIX la moda romántica se dejó sentir en el arte de encuadernar.
Su decoración consiste en varios filetes paralelos que se unen a las planchas de los ángulos y enmarcan un motivo central, a veces de tipo oriental. Durante esta etapa, se crean las encuadernaciones interpretativas o cubiertas parlantes, donde aparecen representados motivos alusivos o escenas sacadas del contenido del texto. Finalmente, se hace más sencillo y a finales de siglo la decoración termina por circunscribirse al lomo.
El estilo Modernista triunfa a fines del siglo XIX y, sobre todo, a principios del XX, caracterizado por el empleo en todas las artes plásticas de las líneas curvas, largas y sinuosas, ornamentada con motivos vegetales, zoomorfos y fantásticos. En éste estilo destacan los anagramas estilizados, los dibujos neogóticos y un nuevo género en auge: los álbumes de fotografía. En las tapas los colores son puros y se juega con las texturas, el relieve, las ilustraciones y los estampados .
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