Historia de la Encuadernación del libro
Encuadernación Renacentista
Durante el siglo XV se ponen de moda las planchas de hierro de gran tamaño que ornamentan las cubiertas de una sola vez. En el último tercio del siglo XV se comenzó a utilizar en Holanda planchas metálicas que se aplicaban sobre la piel de las tapas con ayuda de una prensa de volante, de forma que la decoración quedaba en relieve sobre el cuero. Se colorean los cortes de los libros y se generaliza el dorado de los cueros, con motivos arabescos, geométricos etc.
Los temas eran figuras de santos, ángeles, pájaros, ramas en flor, figuras grotescas de animales, armaduras, etc. La decoración consistía en una bordura u orla realizada con hierros pequeños y sueltos, y un gran espacio central cubierto con una plancha. Cuando las dimensiones de la cubierta eran excesivas para ser alcanzadas en su totalidad, se estampaba en dos o cuatro veces y los posibles espacios se llenaban con pequeños filetes estampados
Las orlas se hacen mediante ruedas fileteadas, decoradas con motivos bien definidos como flores, largos tallos curvados en espiral. También son frecuentes las líneas onduladas que al cruzarse dejan un espacio geométrico, decorado con una estrella o pequeña flor. Las diversas pieles se montan sobre cartón en su color o teñidas en variados tonos.
En España, la encuadernación es mas bien de gusto flamenco y repite de tal forma las ideas arquitectónicas que bien puede llamarse encuadernación plateresca. Se caracteriza por:
1.El empleo de pieles de becerro o de ternera de color natural o marrón
2. Uso de la técnica del gofrado.
. Por la mayor atención que se prestan a los lomos y cortes de los libros
4. Por la aplicación de numerosos hierros sueltos de motivos heráldicos, de animales, religiosos o vegetales.
5. Por el uso de la rueda con elementos renacentistas de influencia alemana y flamenca y el empleo del oro.
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