Juan Parix (Johannes Parix)

Capitulo primero dela santa fe catholica de las cosas q deven ser declaradas por los curas a sus pueblos.

El Sinodal de Aguilafuente

Así comienza el primer libro impreso en España, el Sinodal de Aguilafuente: un volumen sin portada que contiene las constituciones del sínodo celebrado en la aldea de Aguilafuente (pequeño pueblo al norte de Segovia) entre el 1 y el 10 de junio de 1472.

No ha sido fácil determinar que éste fue el primer libro impreso en España, sobre todo debido a que el único ejemplar conocido del Sinodal no fue rescatado de entre los legajos de la catedral de Segovia hasta 1930 por el canónigo archivero de la catedral de Segovia, Cristino Valverde. Hasta entonces lo común fue creer que el primer libro impreso en España había sido Les obres o trobes en lahors de la Verge Maria,

Se cree que alrededor de 1470 el propio obispo segoviano tuvo que marchar a Roma para dar cuenta ante el Papa de una requisitoria del rey Enrique IV en su contra, dentro del ambiente enrarecido entonces existente entre la Iglesia y la Monarquía españolas. Puede que fuera así y él mismo se encargara de las gestiones que luego fructificaron con la llegada de un tipógrafo a Segovia. Se sabe que en 1470 precisamente un Deán del Cabildo Catedralicio, Juan López de Segovia, fue a Roma con varios propósitos. El principal era obtener del Papa las indulgencias plenarias para aquellos fieles que colaborasen en la construcción de la nueva catedral de Santa María, que habría de ser destruida tiempo después en la Guerra de las Comunidades. El segundo pudo ser el de responder, en nombre de su obispo, a la reclamación del rey castellano. Al parecer, hubo un tercer propósito y fue, quizá a través del conocido cardenal Torquemada, contactar con los tipógrafos que trabajaban en aquella zona.

Lo cierto es que en el año 1472, la villa segoviana de Aguilafuente fue testigo de un Sínodo que organizó el inquieto obispo de Segovia, monseñor Juan Arias Dávila. Poco tiempo después, el primer libro impreso en España recogía los resultados de esta Asamblea, elSinodal de Aguilafuente, que recoge las conclusiones de aquella reunión.

El Sinodal se imprimió tomando como modelo el manuscrito que se conserva en la misma catedral y es un libro pequeño (96 páginas con un tamaño de 175x235 mm), en formato 4º , elaborado en papel tosco, grueso y sin filigrana.

No ha sido fácil durante muchos años, aceptar que Segovia fuese el sitio del primer impresor español. ¿Por que no Valencia, que tanta relación tenía con los estados italianos?. ¿Por que no el norte de España, camino natural de paso hacia el interior de la península?. Lo cierto es que hacia 1470 había en Segovia un estudio de gramática, lógica y filosofía moral, tal vez de grado universitario; la ciudad era Corte con Enrique IV y gozaba de un notable desarrollo industrial y artesano.

Juan Párix (Johannes Parix):

De Juan Párix sabemos que era alemán de Heidelberg dato que él mismo hizo constar ese dato en los colofones de los libros que compuso. No era raro encontrar tipógrafos alemanes trabajando en el resto de Europa, pero hay algo que delata que Párix llegó a España desde Italia: el tipo de letra que utilizaba, llamado redondo o romano por el lugar de su invención, , con un diseño semejante al que emplearon en Roma Konrad Sweynheym y Arnold Pannartz, Ulrico Han y Georgius Lauer. Sin embargo, quienes han buscado a Párix en Roma han descubierto que en 1471 había en Roma doce tipógrafos: de todos menos uno se conoce el nombre, y ninguno de los once identificados es Párix. Así que podemos creer que de Roma Párix llegó a Segovia.

Otro dato es el conocimiento y la utilización de un sistema innovador para conocer la estructura del libro, el registro. En efecto, en los libros con mayor número de cuadernos, los cuatro últimos, incluye al final un sumario compuesto por las primeras palabras de los rectos de la primera mitad de los cuadernos, lo que permitía comprobar la integridad del volumen. Este sistema es de origen romano y uno de los primeros en utilizarlo, en 1470, es Ulrico Han que por aquellos años tenemos constancia de su estancia en Roma, como antes hemos indicado.

Tampoco se sabe con certeza dónde estuvo situado el taller de Juan Parix. Frente a la verja de entrada a los jardines del Alcázar, en el lugar donde hoy comienza la calle Velarde y en aquel entonces estaban los terrenos donde se construía la catedral de Santa María, hubo un edificio que la tradición llamó “Casa de la Imprenta”, pero no se tiene ningún dato concluyente.

Para la fecha de llegada de Párix a Segovia es clave el Sinodal, puesto que el sínodo se celebró a principios de junio de 1472 y se estableció un plazo para su publicación, por lo que se cree que se imprime en la segunda mitad de dicho año. El análisis tipográfico del resto de libros (las otras siete ediciones incunables conocidas), aglutina el período segoviano de Párix desde esa fecha hasta antes de 1476, año en que Párix abandona Segovia.

De ahí hubo de marchar a Toulouse (donde moriría en 1502) tras sus problemas con la inquisición por haber impreso en España un libro considerado herético: De confessione, de Pedro de Osma, libro condenado por herética por la Inquisición de Zaragoza en 1478, y por una junta de teólogos en Alcalá en mayo de 1479, decisión que ratifica una bula de Sixto IV en agosto. La obra fue quemada en público y podría haber sido la causa de la salida del impresor hacia Toulouse

En la ciudad francesa se asoció con el suizo Enrique Turner, después con Esteban Clebat y, por último, se dedicó a editar algunos libros en la imprenta de Enrique Mayer. Entre la producción de su etapa tolosina hay bastantes libros en español e incluso vuelve a reeditar algunos de los segovianos, como el Singularia iuris de Pontano, esopete ystoriado (1488)y el Modus confitendi, de Escobar. Muere en 1502.

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