Bartolome Jose Gallardo
Los primeros años de Bartolomé José Gallardo:
Bartolomé José Gallardo y Blanco (Campanario, Badajoz, 13 de agosto de 1776 – Alcoy, Alicante, 14 de septiembre de 1852) fue un bibliógrafo, erudito, anticlerical, masón. y escritor español.
Hijo de humildes labradores, estudió filosofía en Salamanca protegido por Juan María de Herrera, bibliotecario de la universidad. Abandona los estudios de filosofía y la carrera eclesiástica que sus padres hubieran deseado, para estudiar medicina. Es en Salamanca donde publica un folleto burlándose del diaro de la ciudad. Esto consigue ganar la atención del obispo Tavira, que le protegió y obtuvo para él un puesto de oficial en la Contaduría de Propios, cargo que desempeñó hasta 1805, en que se trasladó a Madrid.
En su época universitaria entra en contacto con los filósofos ilustrados franceses, ideas que marcarían su vida. Así en 1808 se sumó a los patriotas contra los franceses y anduvo arengando pueblos por su natal Extremadura. El avance napoleónico le obliga a refugiarse en Cádiz. Allí Las Cortes promueven la formación de una biblioteca. Bartolomé logra reunir más de 10.000 títulos, tras lo cual éstas, reunidas en el gaditano oratorio de San Felipe Neri en Cádiz, le nombraron su bibliotecario.
En 1812 imprimió su más famosa sátira política, el Diccionario crítico burlesco. La obra era una réplica a lDiccionario razonado manual para inteligencia de ciertos escritores que por equivocación han nacido en España, libro compuesto por un tal canónigo Ayala que arremetía contra las ideas liberales y aquellos que las seguían. El Diccionario burlesco fue denunciado por muchos sectores religiosos y tradicionalistas. Su autor condenado en el Castillo de Santa Catalina de Cádiz, si bien finalmente se revisó su proceso y salió poco después absuelto. El libro, fue incluido inmediatamente en el índice de libros prohibidos por la Inquisición.
Huida de España:
En 1814, restablecido Fernando VII en el trono, Gallardo huyó de España junto a otros liberales y de Lisboa pasó a Bristol y desde allí a Londres. Gallardo se entregó entonces a su pasión favorita de leer y extractar libros antiguos españoles., ayudado por la excelente colección de libros españoles que poseía el British Museum. Allí compuso una durísima silva donde juzga a todos los reyes españoles, desde los Católicos hasta Fernando VII, denunciando su mediocridad, crueldad y poco valer y demostrando en esa tarea no escaso conocimiento de la historia de España. Le puso el mismo título que una obra de Manuel José Quintana, El panteón de El Escorial.
En 1820, restaurado el régimen liberal, volvió a España y recuperó su antiguo cargo de bibliotecario del Congreso de los Diputados. En 1823, al estallar en Sevilla un tumulto popular reaccionario, perdió sus escritos literarios, filológicos y bibliográficos, entre ellos una Historia del teatro español y un Diccionario de la lengua castellana. En 1834 fue elegido diputado por la provincia de Badajoz.
En 1835 inició las ocho entregas de su serie El Criticón, importantes estudios sobre literatura española donde, entre otras cuestiones, rebatió la superchería de un presunto Buscapié compuesto por Miguel de Cervantes y que había sido encontrado y publicado por Adolfo de Castro y Rossi, (que como se demostró, era totalmente falso). tras lo cual éste se defendió con la obra Las aventuras literias del iracundo Estremeño don Bartolo Gallardete (1851), en el que se ridiculizaba.
Pasó sus últimos años en Toledo, entre sus libros y consagrado a trabajos de erudición. Murió en Alcoy un 14 de septiembre de 1852.
Bartolomé José Gallardo, el bibliófilo
Desde su época en Salamanca, Bartolomé se interesó por los libros, gracias en parte a Juan María de Herrera (bibliotecario de lal Universidad) y al Padre Méndez (gran estudioso de la tipografía española, autor de la obra “Tipografía española ó Historia de la introducción, propagación y progresos del arte de la imprenta en España”, que sin duda le inculcaron un gran amor por los libros.
Debido a sus ideas, éste tuvo que abandonar varias veces España, perdiéndose así su biblioteca y sus obras, en distintas ocasiones. En una ocasión, deja a sus criados parte de sus libros que éstos venden en Madrid. Hay constancia de que en un litigio planteado contra el alemán Juan Nicolás Böhl de Faber para intentar recuperar parte de sus libros que éste había comprado y poseía en la gaditana localidad del Puerto de Santa María. En su informe habla de El Cancionero de López Maldonado (Madrid, 1586), la segunda parte del Romancero general por Miguel Madrigal (Valladolid, 1605), el Florando de Castilla Lauro de Caballeros por Jerónimo de Huerta (Alcalá, 1588), la Segunda comedia de Celestina por Feliciano de Silva (Amberes, s.f.), la Questión de amor de dos enamorados (Salamanca, 1519), las Ninfas y pastores de Henares de Bernardo González de Bovadilla (Alcalá 1587) y un Cancionero manuscrito del siglo XVII.
Otros, deja en custodia a una amiga bibliófila que le manda por correo. La poca seguridad en los envíos de la época hizo que según sus propias palabras “por muchas manos; i de unas en otras se me desaparezieron algunos”.
Es en Londres donde consigue formar su mayor biblioteca. Inglaterra era un importante centro de producción editorial en el siglo XVIII. Además, el British Museum poseía una extensa colección que Bartolomé estudió concienzudamente, tomando muchísimas notas y apuntes de las obras.
Tras volver a España, gracias a la sublevación de Riego se encuentra éste en Sevilla. Las tropas del Duque de Angulema (los Cien mil hijos de San Luis) entran en España. Bartolomé decide embarcar hacia Cádiz, pero el pueblo sevillano asalta el b arco y le roban todas sus pertenencias. Además, tiene que permanecer en Sevilla donde el tumulto asalta y roba todo tipo de haciendas. Gran parte de los bienes de los diputados y liberales acaban en el Guadalquivir. Entre ellos, 9 grandes bultos que encerraban los tesoros literarios de Bartolomé José Gallardo.
Fruto de esta insesante labor bibliófila, hoy su mayor aportación a los estudios bibliográficos españoles es su Ensayo de una Biblioteca española de libros raros y curiosos, obra que se comenzó a publicar en 1863 con los materiales que Gallardo dejó a su muerte y que fueron ordenados por J. Sancho Rayón y M. R. Zarco del Valle. De este Ensayo aparecieron cuatro volúmenes, los dos últimos dirigidos por Marcelino Menéndez Pelayo (Madrid, Imprenta y Estereotipia de M. Rivadeneyra; Imprenta y Fundición de Manuel Tello, 1863-1889. Existe una edición facsímil publicada en 1968 por la editorial Gredos. La publicación de los materiales inéditos en un "Tomo quinto del Ensayo de una Biblioteca española de libros raros y curiosos de Bartolomé José Gallardo" fue proyectada en 2004 bajo la dirección de Víctor Infantes de Miguel).
Página | Contenido | Relevancia |
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Google Books | obra: Diccionario crítico burlesco | * * * * |
Google Books | obra:El criticón | * * * * |
Google Books | obra: Las letras de cambio o los mercachifles literarios | * * * * |
Google Books | obra:Zapatazo a Zapatilla | * * * * |
Google Books | obra:El buscapié del buscaruido | * * * * |
Página personal | Vida, obra, anécdotas. Página dedicada al autor. | * * * * * |
Wikipedia | Biografía | * * * |
Bibliografía:
http://web.mac.com/rmendia/gallardo/Portada.html
Pedro Sáinz Rodríguez. Estudio sobre la historia de la crítica literaria en España: Don Bartolomé José Gallardo y la crítica literaria de su tiempo. Madrid, 1921
Don Juan Marques Merchán, Don Bartolomé José Gallardo: Noticia de su vida y escritos (Madrid, 1921).
Antonio Rodríguez-Moñino (1910-1970), Don Bartolomé José Gallardo (1776-1852): estudio bibliográfico (Badajoz, UBEx, 1994).
http://web.mac.com/rmendia/gallardo/Portada.html
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