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    SEGUNDA GUERRA MUNDIAL: ENIGMA

Máquina usada para descifrar el código Enigma. National Security Agency.


Del Renacimiento a la Segunda Guerra Mundial


Blaise de Vigenère


Si nos fijamos en los autores que siguieron a Trithemius, nuestra historia comienza con Blaise de Vigenère (1523 - 1596), diplomático, criptógrafo y químico francés. Durante muchos siglos disfrutó de la fama de haber creado el llamado 'Cifrado de Vigenère' aunque en realidad fue creado anteriormente por Giovan Batista Belaso a principios del siglo XVI y que además, no deja de ser una variante de el sistema polialfabético creado por Trithemius, que ya hemos aprendido en profundidad.

Así pues, en su obra 'Traité des chiffres où secrètes manières d'escrire' (y que podéis ver online aquí, expone su nuevo método de cifrado, que está basado en la cifra de César y utiliza las ideas de Trithemius. Este último, usó un cifrado polialfabético pero totalmente predecible ya que cada fila se construía a partir de la anterior desplazando cada letra un lugar. Vigenère hizo algo un poco diferente: Simplemente se piensa una palabra clave (cualquiera) y se copia tantas veces como sea necesaria hasta completar las mismas letras que el mensaje que se desea codificar. Cada letra de la clave, así repetida, sirve para elegir la cifra de la tabla de Trithemius con la que se va a codificar. Si no os queda claro, podéis consultar Wikipedia (clica aquí), donde hay algunos ejemplos explicando este cifrado.

El cifrado Vigenère parecía imposible de romper, así incluso lo publicó el escritor y matemático Charles Lutwidge Dodgson (Lewis Carroll) o la prestigiosa Scientific American en 1913. No fue así, ya que desde 1863 era totalmente descrifrable gracias al oficial prusiano Friedrich Kasisk.


La cifra del barón Lyon Playfair


El que se ha llamado cifrado de Playfair en realidad fue inventado, el año 1854, por su amigo el científico Charles Wheatstone. Los dos hombres vivían cerca y se reunían a menudo para hablar de sus ideas sobre la criptografía. Al parecer, Playfair se quedó con su idea. En aquella época no es como hoy en día donde todo se sabe y rápidamente. Recuerdo algunas historias que nos han contado en Matemáticas u otras asignaturas sobre robos de ideas o inventos cuyos verdaderos autores jamás llegaron a saber.
El método fue ampliamente usado durante la I Guerra Mundial (e incluso en la segunda). Básicamente -no voy a entrar en profundidad- consiste en que cada cifra sustituye cada par de letras de texto con otro par de letras. Para codificar y transmitir un mensaje, el emisor y el receptor deben acordar primero una palabra clave. A continuación, antes de codificar, las letras del alfabeto se escriben en un cuadrado de 5 x 5, comenzando con la palabra clave, y combinando las letras I y J en una sola celda (así tenemos las 26 letras del afabeto). El mensaje se divide en pares de letras y se codifica mediante un sistema parecido al cuadrado de Polibio.1



El Cilindro Jefferson


Thomas Jefferson (1743-1826), uno de los padres de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y tercer presidente, ocupando el cargo entre 1801 y 1809, e ideó una máquina para criptografiar mensajes, aunque en realidad el primero en fabricarla en serie fue Etienne Bazeries, en 1891.
El aparato, que podéis ver en la imagen de la izquierda, consiste en una serie de discos que giran alrededor de un mismo eje y llevan impresas las letras del alfabeto, dispuestas en distintos órdenes.
El emisor del mensaje mueve los discos hasta poner en línea las letras que necesita para escribir el mensaje. Entonces lo codifica transmitiendo las letras que hay en cualquier otra línea. Para descodificar el mensaje, el receptor coge su propia rueda y pone las letras del código en orden. Después no tiene más que colocar cada letra del mensaje en el aparato para volver a leerlo. Es un sistema curioso, pero de nuevo se necesita un aparato en cada lado de la comunicación. Si el enemigo interceptaba uno, todo se habría perdido.



La Primera Guerra Mundial


En otro apartado de este trabajo, ya hemos comentado cómo Inglaterra interceptó y descifró el llamado 'Telegrama Zimmermann', que precipitaría la intervención de los Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial. Durante toda la guerra, la criptografía se usó de manera muy intensa y pronto los distintos países entendieron que mantener sus comunicaciones a salvo y a la vez, descifrar las del enemigo, les podía proporcionar una ventaja vital. Así, Alemania desarrolló el código Ubchi que fue desarmado por Francia ya que este sistema había sido desarrollado en tiempos de paz y los criptoanalistas franceses lo conocían de sobra.
Tras saber los alemanes que su código estaba al descubierto, se introdujo el método de cifrado ADFGVX , pensando que por fin tenían un método indescifrable. Este método de cifrado, en el que hay dos fases, una de sustitución (con un método similar al de Polibio) y otra de trasposición (como ya hemos dicho, cambiando símbolos), fue utilizado por los alemanes en 1918, antes de su ofensiva sobre la ciudad de París. Su inventor fue el coronel Fritz Nebel.

En junio de 1918, los alemanes se encontraban ya a tan sólo 100km de Paris, y preparaban su ofensiva final. Si los aliados conseguían descifrar la cifra ADFGVX quizás pudiesen averiguar el lugar por el que pensaban atacar los alemanes y prepararse para su ataque. En el bando aliado se encontraba el criptoanalista francés Georges Painvin intentando romper el código ADFGVX, sin descanso, día y noche y perdiendo hasta 15 kilos de peso en el proceso.
Finalmente, el 2 de junio descifro un mensaje encriptado con el código ADFGVX. Entre los mensajes descifrados estaba el siguiente «Envíen municiones rápidamente. Incluso durante el día si no os ven». Se identificó el lugar desde donde había sido enviado este mensaje en particular, a 80 km de Paris, y puesto que se mencionaba que se necesitan municiones, se sospechó que ese sería el lugar por el que atacarían los alemanes. Acertaron ... los aliados ya estaban avisados y los alemanes fueron derrotados.2




Bibliografía y referencias

1. Fernández, Santiago. Criptografía Clásica. Revista Sigma de Matemáticas Nº 24, 2004.

2. Singh, Simon. (2000): Los códigos secretos. Ed. Debate.

3. http://culturacientifica.com/2015/03/11/codigos-secretos-en-la-primera-guerra-mundial/

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