Ya he explicado que básicamente, para esconder los mensajes se usaban dos métodos: la transposición o Cifrado César (desplazar el abecedario n posiciones) o la sustitución, que simplemente cada letra se sustituía por un símbolo diferente. Hasta bien entrada la Edad Media estos métodos se consideraban seguros. Pero en el siglo IX aparece un sabio árabe de nombre Abu Yusuf Yaqub ibn Ishaq al-Sabbah Al-Kindi (801-873), que trabajaba en la Casa de la Sabiduria de Bagdag y utor de unos 300 libros sobre: medicina, matemáticas, lingüística, música, etc. Pero, uno de sus tratados más importantes, redescubierto el año 1987, en el archivo Sulaimaniyyah de Estambul, titulado 'Sobre el desciframiento de mensajes criptográficos'. En su libro describe un método, el análisis de frecuencias, que permite "romper" todos los cifrados monoalfabéticos. Dice Al-Kindi ...

Una manera de resolver un mensaje cifrado, si sabemos en qué lengua está escrito, es encontrar un texto claro diferente escrito en la misma lengua y que sea lo suficientemente largo para llenar alrededor de una hoja, y luego contar cuántas veces aparece cada letra. A la letra que aparece con más frecuencia la llamamos "primera", a la siguiente en frecuencia la llamamos "segunda", a la siguiente "tercera", y así sucesivamente, hasta que hayamos cubierto todas las letras que aparecen en la muestra de texto claro.¹

El sistema propuesto por Al-Kindi o 'análisis de frecuencia', permitía descifrar todos los sistemas anteriores de una manera simple. Bastaba con ver los símbolos que más se repetian y compararlo con las veces que las letras del alfabeto aparecían en el idioma del mensaje. Es el sistema que Poe explica en su obra 'El escarabajo de oro' y de la que ya he hablado en el apartado de las curiosidades históricas.

Si pasamos al continente europeo, el primer libro que describe el uso de la criptografía fue escrito en el siglo XIII por el monje franciscano Roger Bacon, con el título 'La Epístola sobre las obras de arte secretas y la nulidad de la magia', en el que se describen siete métodos para mantener en secreto los mensajes.
Consciente de la obra de Al-Kindi y de lo fácil que era descifrarlos usando las técnicas anteriores, usó varios trucos para luchar contra el análisis estadístico: los homófonos y las nulas.²
Los cifrados homofónicos consisten en trabajar con alfabetos más ricos que el normal (de 26 letras), añadiendo símbolos nuevos, mientras que los cifrados empleando nulos, el objetivo es incluir en el mensaje de origen algunas letras carentes de significado y que naturalmente no interfieran en su comprensión. En realidad, tanto uno como otro, no aportan nada nuevo salvo complicar un tanto el desciframiento. La revolución llegaría con un personaje que hemos elegido como figura central de nuestro trabajo: Johannes Trithemius.

No obstante, antes de empezar con él, citaré brevemente a Gerolamo Cardano, con una curiosa y cinematográfica manera de encriptar mensajes (pues aparece en al menos una docena de películas)

Gerolamo Cardano, fue un célebre matemático italiano del Renacimiento, además de astrólogo y un estudioso de las leyes del azar. De hecho, su Liber de ludo aleae, que no se llegó a publicar hasta después de su muerte, que constituye una auténtica joya científica, por tratarse del primer trabajo serio sobre cálculo de probabilidades en los juegos de azar. Cardano fue acusado de herejía en 1570 por ser el autor del horóscopo de Jesús en 1554. Fue procesado por la Inquisición, pasó varios meses en prisión, abjuró y logró la libertad pero con la prohibición de publicar. Su última obra en vida fue Opus novum de proportionibus numerorum, motuum, ponderum, sonorum, aliarumque rerum mensurandarum. Item de alia regula, publicada en 1570.

En lo referente a criptografía, el método usado por Cardano consitía en una cartulina en forma de rejilla agujereada (con ciertas características) en cuyos huecos se escribe el mensaje. Posteriormente, basta rellenar el resto de espacio libre con texto que haga de 'relleno'.
Aunque muy cinematográfico es poco práctico ya que se necesita la cartulina con la que se ha creado el mensaje. Y claro, si esta se manda junto con él ... poco habría que esconder.

Johannes Trithemius fue un personaje sorprendente. Siendo un adolescente, aprendió Griego, Latín y Hebreo a escondidas ya que su padrastro le prohibía recibir cualquier educación. Con tan sólo 17 años, decidió seguir formándose y huyó de su casa acabando en la Universidad de Heidelberg. Sin embargo en 1482, durante una tormenta se refugia en la abadía Benedictina de Sponheim donde finalmente decide ingresar a la edad de 21 años, transformándola en poco tiempo de un lugar de monjes indisciplinados y perezosos a un centro de cultura y aprendizaje. Pronto inició la recuperación de la biblioteca la cual, en sólo veinte años, vendría la hacerse una de las mejores de Europa. En 1505 él había aumentado la colección de 40 libros a más de 2000. Además de los trabajos tradicionales en Latín, Trithemius coleccionó textos en Griego, Hebraico, Siríaco, Árabe y varias lenguas europeas.
Su fama pronto recorrería Europa hasta tal punto, que entre sus discípulos llegarían a encontrarse personajes tan importantes como Agrippa (1486-1535) y Paracelso (1493-1541)

Curiosamente, gracias a su obra 'De Laude scriptorium manualium', se saben cuáles eran sus ideas sobre la tecnología que estaba revolucionando aquellos últimos años del siglo XV, y que, según él, ponía en peligro, empobrecía y desprestigiaba la transmisión de la cultura. Se refería, por supuesto, a la imprenta.

Aunque Trithemius publicó muchos libros de todo tipo, vamos a detenernos en dos que son los que hacen referencia a la ocultación de mensajes. El primero lo forman los tres volúmenes de su Esteanografía que no fueron publicados sino casi cien años después de la muerte del abad, tiempo durante el cual circularon en forma de manuscrito entre algunos de los pensadores de la alquimia y la filosofía natural de esa época, como Agrippa de Nettesheim, John Dee o Giordano Bruno (cuya obra influiría decisivamente en él). La primera publicación apareció en Frankfurt en 1606 y tres años después el libro fue incluido en el Index Librorum Prohibitorum como un tratado de demonología

Trithemius ha sido repudiado y apartado de la historia durante muchos siglos debido a esta fama de mago y ocultista. Por suerte, a finales del siglo XX, el código presente en esta obra pudo ser descifrado⁴. Nada que ver con espíritus ni magia negra. Simplemente escondió mensajes ocultos en párrafos sin sentido y que efectivamente, podían ser confundidos con conjuros y magia negra.

El contenido oculto en el tercer tomo no vio la luz sino hasta 1996, cuando el estudiante de la Universidad de Pittsburgh, Thomas Ernst, descubrió el secreto y lo publicó en un extenso ensayo escrito en alemán en el diario holandés Daphnis. La publicación pasó infortunadamente desapercibida. Dos años después, el matemático Jim Reeds de los laboratorios AT&T, se llevó buena parte del crédito del desciframiento, al publicarlos en la revista Cryptologia.⁵
Os animo a ver por un lado, su obra en esta web, donde podéis clicar en los candados rojos y ver cómo escondió hábilmente los mensajes en su obra: CLica aquí para ir a www.trithemius.com
Si os interesa, aquí podéis ver el artículo donde se descubrieron los mensajes ocultos en la Esteanografía: Clica aquí para leer el artículo de Jim Reeds, AT-T, 1996 (Dominio Público)

Sin embargo, la razón por la que se considera a Johannes Trithemius como padre de la criptografíaes la publicación en 1518 de su obra Poligrafía, considerado el primer libro impreso sobre Criptografía. En él, su autor utiliza un método mucho más complicado llamado codificación polialfabética y que explicaremos en un apartado diferente de nuestro trabajo dada su enorme importancia.
Esta codificación sería usada desde el siglo XV hasta el XX, siendo el corazón de la máquina Enigma usada por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.

Os animamo a que practiquéis con él en la sección correspondiente.

1. Fernández, Santiago. Criptografía clásica. Revista Sigma Nº 204.

2. http://www.hezkuntza.ejgv.euskadi.eus/r43-573/es/contenidos/informacion/dia6_sigma/es_sigma/adjuntos/sigma_24/9_Criptografia_clasica.pdf

3. Brand, N. L. (1981). The Abbot Trithemius, Leiden: Brill

4. Reeds, Jim. Solved: The Ciphers in Book iii of Trithemius's Steganographia, AT-T, 1998..

5. http://www.urosario.edu.co/revista-nova-et-vetera/Vol-1-Ed-2/Columnistas/Apuntes-sobre-la-Esteganografia-de-Trithemius/.

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